Ciclista ibaguereño pedaleó 20 horas y alcanzó la altura del monte Everest
Los mejores recorridos son aquellos en los que te das cuenta de que vas más rápido, y no porque el tramo sea más fácil, sino porque este se ha convertido en una motivación.
Una prueba fehaciente de tal afirmación es el ibaguereño Licenciado en Educación Física, Deportes y Recreación de la Universidad del Tolima, Andrés Flórez Triana, quien a sus 26 años logró algo digno de ‘quitarse el sombrero’: subir el monte Everest en bicicleta, sin salir de Colombia.
Se preguntarán ¿cómo logró esto si el Everest está en Asia? Pues aquí van a encontrar la respuesta.
El ‘Everesting’ es una actividad tipo reto en la que los ciclistas a nivel mundial ascienden las veces que sean necesarias un puerto de montaña, con el fin de haber subido de forma acumulada 8.848 m.s.n.m y así alcanzar el desnivel positivo del monte Everest.
Este es considerado el desafío de escalada más difícil del mundo, debido al esfuerzo físico y mental que se requiere para lograrlo.
“Yo ya lo había intentado una vez en el Alto de Letras en bicicleta de ruta, y esa vez alcancé solo los 4.000 metros. La segunda vez, lo intenté en la María que es un recorrido conocido, y tampoco pude”, contó Flórez.
Pero, como dicen por ahí: La tercera es la vencida. Por ello, “volví y lo intenté en la ruta la María hasta el mirador La Arabia, y esa tercera vez logré hacer mi primer Everesting en montaña, es decir, en MTB (Ciclismo de montaña)”.
Aunque ya había logrado cumplir el reto, decidió no conformarse e intentarlo esta vez en ruta. Así pues, comenzó a prepararse desde septiembre física y mentalmente para comenzar lo que sería un gran trayecto en la vereda Veracruz.
Para ello, realizó rutas entre Ibagué y Bogotá, Salento, Calarcá, Murillo, entre otros. Y empezó a planificar todo para que lograra, nuevamente, alcanzar el éxito del desafío.
“En la medida en la que uno va realizando estas salidas que son mayores de seis horas se va fortaleciendo, no solo físicamente, sino también mentalmente”, señaló.
El día que se enfrentaría a su más grande travesía
Para hacerse una idea de la tenacidad de este hombre, decidió hacerlo de noche, teniendo en cuenta que esto requería mayor esfuerzo por factores como el sueño y el cansancio acumulado del día.
Sin embargo, “descansamos muy bien antes de empezar, porque queríamos hacer el recorrido en la noche. Queríamos hacerlo ‘frescos’, y con la mente y las piernas ‘frescas’”, puntualizó.
Arrancó un sábado a las 5:30 de la tarde en compañía de su equipo ‘Elite Cycling Ibagué’, conformado por más de 12 personas. Pero, al caer la noche, únicamente quedaron dos integrantes: él y un amigo suyo.
Después de ascender y descender toda la noche, en la madrugada del domingo, decidieron detenerse por algunos minutos.
“A las 5:30 de la mañana paramos 20 minutos a tomar un descanso más largo, porque los descansos por lo general eran de 5 a 10 minutos, recargábamos las caramañolas y volvíamos a salir. Entonces a esa hora decidimos estacionarnos un momento porque ya había mucho sueño, cansancio y desgaste”, narró.
Llegadas las 6:00 de la mañana, emprendieron nuevamente su camino y finalmente, lo lograron.
“Por cada subida ganabamos 750 metros, y para alcanzar la altura del Everest subimos 12 veces, alcanzando 8.900 m.s.n.m”, expresó orgulloso.
Como muestra de la ‘berraquera’ de Flórez, recorrió 283 kilómetros y pedaleó durante 20 horas para alcanzar esta altura.
“Yo realicé este reto con el objetivo de demostrarle a nuestros deportistas que de una manera planificada profesionalmente, se pueden lograr este tipo de retos y objetivos que se planteen”, indicó.
Aunque manifiesta no volver a hacer un reto así, se siente “feliz y orgulloso de haberlo logrado, y poderle demostrar a los chicos del equipo que con disciplina, esfuerzo y entrenamiento se pueden lograr grandes cosas, no solo en el deporte, sino en la vida como tal”.
Finalmente, para las personas que deseen hacer este desafío, sugiere “ir acompañados de una buena planificación e instrucción por parte de profesionales en el área del deporte. Hacer una preparación física y mental, porque para llegar a ese punto de resistencia debe haber un entrenamiento arduo”.