Bicicletas en madera: la ingeniosa creación detrás de un diseñador y emprendedor tolimense
Para encontrar su lugar en el mundo, algunos solo tienen que dar una mirada al pasado y observar sus pasiones, como lo hizo Juan Manuel Linares. Veamos por qué.
A sus 38 años, tenía empleos fugaces y mal pagos, así que –por una corazonada– decidió crear bicicletas hechas enteramente en madera. Esto solo fue posible gracias a sus conocimientos en carpintería (que adquirió de niño) y a su amor juvenil por el deporte. "Solo así pasé de empleado a empleador", dijo con orgullo. Esta es la historia detrás de su conquista.
Juan Manuel nació en el municipio de Honda, en 1978, rodeado de martillos, cinceles y serruchos del taller de carpintería de su padre.
“Yo me ponía el lápiz detrás de la oreja y un metro alrededor de la cintura, como siguiendo sus pasos”, dijo, percibiendo ese destino al que, desde niño, estaba atado.
A sus 12 años, comenzó a rodar en una bicicleta que le quedaba muy grande, y recorría el trayecto de 20 kilómetros entre Honda y Mariquita con su papá.
“Cada 400 metros el paisaje era distinto y hermoso. Yo me gozaba esos viajes”, expresó. Al igual que el ciclismo, el fútbol y el voleibol lo acompañaron toda su vida.
Ya hecho un adulto, se marchó de casa y se formó como técnico electricista y tecnólogo en mercadeo. Trabajó en varios campos, incluso mesereó en Bogotá, pero seguía inconforme con sus empleos.
“Trabajé por cortas temporadas y no hallaba qué hacer. En 2016 me dije: si no consigo trabajo es por algo y pensé en el taller de carpintería de mi padre y en sus herramientas”, señaló.
Sin embargo, antes de comenzar a trabajar como carpintero, recibió otra señal que cambió todo el curso de esta historia.
“Un día encontré tres bicicletas abandonadas y en deterioro. Una de ellas llamó mi atención y me la llevé porque no tenía cómo transportarme en Honda. La limpié, le cambié llantas y la dejé como nueva”, explicó Juan Manuel.
Por su aspecto, una persona comenzó a preguntársela, tanteando el terreno para hacerle su mejor oferta.
“Yo consulté y me dijeron: jamás la vayas a vender, porque tienes en tus manos una reliquia. Más de 50 años tiene. Entonces no lo hice y mira, a través de esa bicicleta han llegado las bendiciones", expresó.
Juan Manuel, por una corazonada, la revistió en madera para hacerla única y deslumbró a todo el mundo. Fue ese el primer modelo, el prototipo, a partir del cual comenzaría algo más grande.
“La gente me decía, uy, esa bicicleta de dónde la sacó. No es de Colombia. Aquí no hay quién la haga... Eso me quedó sonando. Yo soy inquieto y apasionado por el diseño, tenía conocimiento en el manejo de fibras naturales, así que ¿por qué no transformar la madera en arte?”, manifestó.
Así comenzó a fabricar más bicicletas en Honda, hacia 2016, bajo el nombre de Juan Palos: arte y madera.
Con este emprendimiento ofrece siete empleos directos y cuatro indirectos y ha concretado ventas en otros departamentos. Pero aún hay más.
“Nuestros procesos son completamente artesanales. La madera que usamos es certificada y proviene de bosques sostenibles. Dentro de nuestra propuesta, por cada bicicleta vendida se siembran dos árboles”, relató.
Desde entonces, Juan Manuel Linares se ha formado en cursos de la Universidad del Bosque, Colciencias y Cámaras de Comercio. Obtuvo su licencia como informador de aves y recibió un mérito por parte de Cortolima por su 'negocio verde' que reduce la huella contaminante del humano sobre la tierra.
Todos ellos, por supuesto, han sumado en el crecimiento de su empresa.
"Cada uno de estos vehículos es como el ADN: único, porque además de estar construido en madera puede personalizarse y obtener los grabados que el comprador desee", indicó.
Juan Manuel Linares cierra los ojos y hace memoria, porque nada de esto sería posible de no haber mirado a su pasado, que lo llevó a encontrar su mejor destino en el ciclismo y la carpintería.