Quiero aprovechar la realización los próximos 19, 20 y 21 de marzo del Jamming Festival en Ibagué para recordarles la importancia de usar este tipo de eventos masivos, internacionales, para dar a conocer todo lo maravilloso que tenemos en la ciudad.
Serán unos 40.000 asistentes los que van a comer, bailar, comprar recuerdos, tomar un taxi, dormir, visitar un centro comercial o aprovechar para conocer otros lugares. En fin...van a generar ingresos económicos para Ibagué y eso hay que agradecerlo. ¿Cómo? Siendo buenos anfitriones.
Y ¿cómo es uno un buen anfitrión? Pues saludando, sonriendo, dando indicaciones de cómo llegar a determinado lugar, no cobrando de más por un producto o servicio, estando preparado para lo que sea que necesiten los visitantes y, especialmente, hablando bien de la ciudad y de sus atractivos turísticos que, por cierto, son muchos. Es cuestión de leer un poquito y de (cuando la economía lo permite) salir y conocerlos.
Yo soy ibaguereña, vivo en Bogotá hace 15 años y pienso viajar este fin de semana. Me emociona que la ciudad se dé a conocer internacionalmente por algo chévere.
Cada vez que un amigo me dice que está en Ibagué o que va a pasar por la ciudad yo me convierto en la mejor embajadora porque es mi tierra y la amo.
Eso de decir "en Ibagué no hay nada que hacer" déjenme decirles que es pensamiento de gente perdedora. En Ibagué hay mucho por hacer, por conocer, por disfrutar, y es necesario que los ibaguereños se convenzan de eso.
Podemos empezar este fin de semana haciendo que esos 40.000 asistentes, muchos de ellos provenientes de otras ciudades o países, se sientan felices, compartan su experiencia en las redes sociales o con sus familiares y amigos, y vuelvan. Eso se traduce en progreso y dinero para Ibagué y su gente que tanto lo necesita.