El calvario de la joven que estuvo en observación por sospecha de coronavirus en Ibagué
Para Yajaira Ramos no fue tan terrorífico su paso por cuarenta debido a la sospecha de coronavirus, como el acoso que tuvo que enfrentar por culpa de falsas noticias que empezaron a circular en la capital del Tolima y que se fueron extendiendo por otros países. (Ver: Autoridades sanitarias niegan supuesto caso sospechoso de coronavirus en Ibagué)
Cuando decidió ir hasta la unidad de emergencias del Hospital Federico Lleras Acosta, jamás se imaginó que tendría que enfrentarse a publicaciones malintencionadas donde revelaban información personal, su historial médico e, incluso, algunas fotos suyas, asegurando que era el primer caso confirmado de coronavirus en Colombia.
“Sentí mucha rabia, principalmente por el tema de mi historial médico, son mis datos personales, uno se siente acosado, llamaban a mi papá diciendo que eran del Ministerio y no era cierto, eran periodistas”, aseguró esta joven de 23 años.
¿Pero cómo llegó a convertirse en un posible caso de coronavirus? Ramos, quien es cartagenera, pero lleva más de diez años viviendo en Ibagué, es bailarina profesional de diferentes ritmos como urbano, salsa, bachata y samba, entre otros.
Gracias a su talento fue invitada, junto a la compañía a la que pertenecía, a bailar por dos meses en el Parque Acuático de la ciudad de Xian, China. Sin embargo, el contrato se extendió por un tiempo más.
“La ciudad en la que me radiqué fue Xian, por motivos de trabajo viajaba a otras ciudades, como Wuhan, pero antes de que estallara todo el tema del coronavirus”, sostuvo.
Ramos también narró que hasta diciembre todo marchaba con normalidad, que sí se escuchaban algunos rumores, pero no pasaba de allí. No obstante, ya en enero, todo cambió, el Gobierno Chino empezó a prohibir la salida del país, ingresaban personas en cuarentena, todos los locales cerraron y las calles quedaron completamente abandonadas.
Claramente, esto afectó sus ingresos económicos, ya que no podía trabajar debido a todas las restricciones, sin mencionar el temor a contraer el virus, por lo que decidió retornar a la capital del Tolima.
“Decidí que además de no estar trabajando, me podría contagiar, así que decidí regresarme, pensé que mejor me devolvía para mi país porque allá no estaría con posibilidad de contagiarme y morir, porque ese es el miedo, no es por enfermarse”, comentó.
Su viaje de regreso fue "un tormento"
Desde su salida de China, hasta la entrada a Colombia y su posterior llegada a Ibagué, todo lo califica como un tormento.
El primer boleto de avión que compró tenía fecha del 3 de febrero; sin embargo, tres días antes le informaron que cancelaron su vuelo, pues el Gobierno Chino había ordenado que todos fueran cancelados hasta el 10 de ese mismo mes.
Aunque trató de hacer todo lo posible para que la embarcaran en otro viaje, incluso quedarse durmiendo en el aeropuerto esperando una buena noticia que le permitiera salir de allí, no lo logró.
“Tomé la decisión de volver a Xian, porque igual en Beijing hay muchos casos. Desde allí compré otro vuelo, pero también me lo cancelaron”, sostuvo. Pero eran más sus ganas de regresar que lo intentó de nuevo, como dice el dicho “la tercera es la vencida”, así que al final pudo conseguir un asiento para el 8 de febrero a la 1:00 de la mañana.
Antes de salir, le tomaron la temperatura, le exigieron que mantuviera tapabocas y le hicieron un test, ella respondió que tenía tos, pero no tenía fiebre, la dejaron abordar sin inconveniente.
Lo que la sorprendió fue la falta de rigurosidad y control en sus países de escala, tanto en Portugal como en España no hubo ningún tipo de protocolo de atención, pasaron como si nada, aún cuando sabían que venían de China.
No obstante, la historia en Colombia fue diferente. Yajaira Ramos contó que desde que llegó al Aeropuerto El Dorado de Bogotá pudo observar como todos los empleados, sin falta, llevaban tapabocas. (Ver: Instituto Nacional de Salud confirmó que paciente ingresada al Federico Lleras no es portadora de coronavirus)
La hicieron pasar a una sala donde llevaron a cabo una rigurosa entrevista sobre en qué ciudades de China había estado, con qué personas había viajado, cuánto tiempo había residido, en fin. Luego la pasaron a otro lugar, donde le hicieron un registro de todos sus datos para, finalmente, pedirle que ante el más mínimo síntoma se trasladara de inmediato a un centro de salud.
“Esa noche pensé en quedarme donde una hermana en Bogotá, pero la pasé con mucha tos, así que decidí regresarme de inmediato a Ibagué. Mi papá me esperó en la terminal y con todo y maletas nos dirigimos hacia el hospital”, relató.
La odisea en la que se convirtió un simple chequeo médico
Ramos explicó que cuando decidió presentarse en la unidad de urgencias del Federico Lleras, lo hizo más por descarte que por sentirse mal. Así que no creía que le llevara mucho tiempo su visita al médico.
“Tomé el turno, pasé al triage. Dije que lo que pasaba es que tenía mucha tos y acababa de llegar de China y de una me pasaron un tapabocas y empezó la locura. Cuando menos me di cuenta todo el mundo tenía tapabocas y en menos de cinco minutos me llamó el médico”, expuso Ramos, todavía sorprendida por todo lo que sucedió después.
El especialista le explicó que, aunque no tuviera todos los síntomas del coronavirus, ahora llamado Covid19, la pondrían en cuarentena, pues no la podían dejar marchar cuando la sospecha sí existía.
En horas de la noche de ese mismo día le sacaron todos los exámenes correspondientes y quedó en observación en un área aislada del centro asistencial de Ibagué. Al otro día, ya había funcionarios del Ministerio de Salud haciéndole otra exhaustiva entrevista.
“Luego me pasaron a cuidados intensivos y para entrar a mi habitación debían portar toda una clase de elementos de seguridad. Aunque los doctores como tal siempre me hicieron sentir muy cómoda y me decían tranquila, no tiene nada, solo es por precaución. Y es que yo no sentía nada, solo era una gripa”, enfatizó esta joven bailarina.
Pero aquí es donde empezó su dolor de cabeza. “Estando allá me permitieron tener el celular, cuando lo enciendo todo el mundo me había escrito, me mostraban noticias, videos donde estaban hablando de mí, no se cómo se filtró que era yo, se filtró mi historial médico, un medio puso una foto mía, medio la editaron, pero quienes me conocían la podían identificar fácilmente”. (Ver: La historia del ‘charlatán’ mexicano que generó pánico en Ibagué por supuestos casos de coronavirus)
Contó que nunca se había sentido tan acosada e, incluso, molesta, porque además de que habían invadido su vida y su información personal, su familia también tuvo que soportar que los llamaran y hostigaran, cuando ella solo había contraído una infección respiratoria aguda (IRA) producida por un virus que nada tenía que ver con el Covid19, información que confirmó el mismo Instituto Nacional de Salud (INS).
“De hecho salían videos donde decían que éramos siete los que estábamos internados, muchas cosas que no tenían sentido. Por eso les digo que es importante leer antes de juzgar, porque muchas veces en las mismas noticias, en ese amarillismo, decían que yo no tenía ese coronavirus, solo leían como el título y ya entraban en pánico, así que les pido que no se dejen llevar por todas las noticias, ya que eso puede afectar mucho a las personas”, concluyó.
Después de todo este calvario esta talentosa bailarina se encuentra descansado y disfrutando de su familia. Eso sí, espera que todo se solucione pronto, ya que su sueño es regresar a China para poder seguir exponiendo todo su potencial y seguir dejando el nombre de Ibagué muy en alto.