"Darle un No al plebiscito es decir que estamos contentos con la guerra": empresario de Planadas
Después de 52 años de conflicto, Planadas por fin es un municipio tranquilo. Desde que las negociaciones de paz iniciaron formalmente, ya no se ven guerrilleros de las Farc caminando por el pueblo o por las veredas, y los habitantes ya dejaron de vivir entre temores e incertidumbres.
A pesar de que el conflicto armado redujo su intensidad en Planadas desde hace algunos años, los habitantes del Municipio no dejaron de vivir con miedo y desconfianza. Era usual que a partir de las 6:00 de la tarde, todos los planadunos regresaran a sus hogares y no salieran en toda la noche.
Sin embargo, hoy en día Planadas es un lugar que mira hacia adelante. Salir de noche ya no es un peligro, e incluso el comercio se incrementó de manera notoria, especialmente por la llegada de visitantes nacionales y extranjeros, quienes buscan indagar acerca de las consecuencias de la guerra en el Municipio donde nacieron las Farc.
Miguel Orozco es un empresario de la región que cree en la necesidad de terminar un conflicto tan duradero. Es propietario del Coffee Hotel, un sitio que recibe tres veces más visitantes desde que empezó a hablarse del fin de la guerra a inicios del año 2016.
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"Iniciamos el 11 de diciembre del 2015. Empezamos con un 30 % de ocupación en el transcurso del mes de diciembre, y apenas pasó febrero la ocupación ha sido en promedio de un 80 %. Antes, uno se enteraba por los viajeros que llegaban, por vendedores, que siempre tenían el problema de que nunca encontraban donde quedarse si no reservaban con ocho o quince días de anticipación", dice Miguel.
Por estos días, es común ver en el Municipio a empresarios interesados en la producción cafetera, así como periodistas, delegados del Gobierno Nacional e integrantes de distintas ONG del mundo.
"En Planadas nos merecemos tener una segunda oportunidad. Este es un pueblo que es de gente muy buena, pujante, que de pronto por la situación que se ha dado de guerra pues nos hemos visto estigmatizados, pero este es un Municipio de gente buena", afirma Miguel.
La estimagtización: el primer obstáculo
La fundación de las Farc en 1964, justo en la vereda Gaitania, ha sido el peso más grande que han debido cargar los planadunos. Durante muchos años, siempre que se habla de Planadas se le asocia directamente con los grupos insurgentes, así se trate de civiles que por bastante tiempo han tenido que vivir en medio del fuego cruzado.
"Aquí solo nos quedó la mala fama de guerrilleros. Pero lo único que hay es gente con muchas ganas de trabajar y de prosperar. Este es un Municipio en el que el medio nos da para vivir tranquilos, solamente necesitamos quitarnos ese manchón que tenemos en nuestras vidas de ser vistos como guerrilleros, y realmente no lo somos", afirma Miguel.
El propietario del Coffe Hotel agrega que no entiende por qué se sigue relacionando a Planadas con la guerrilla, si desde hace bastante tiempo no se ve a un subversivo transitar por el pueblo.
Adiós a las armas
Sobre la importancia de apoyar los acuerdos de La Habana, Miguel afirma que no entiende por qué algunos grupos políticos que nunca han tenido que vivir en medio de la guerra se oponen a que se firme un acuerdo de paz, y por qué incitan a los colombianos a votar por el No en el plebiscito del próximo dos de octubre.
"Aún tenemos gente en el Municipio que ha sufrido el conflicto, pero no están con la suficiente visión de lo que significa votar por un No. Ellos no lo tienen claro. Simplemente el capricho de algunos dirigentes del poder que dicen No, y entonces como él dijo yo digo", dice Miguel.
Y agrega: "Aquí en Planadas votar por el No es decir que estamos contentos con el conflicto, es decir, contentos con la guerra que nos ha azotado toda la vida. La paz no es de Santos ni es de Uribe, la paz es nuestra. Y si nosotros tenemos esa oportunidad, cómo no la vamos a aprovechar".
Pero Miguel es consciente de que el fin del conflicto con las Farc no garantiza necesariamente que el país tome un mejor rumbo, pero sí representa un alivio para las víctimas y para la sociedad civil.
"Nosotros en este momento tenemos una luz. Esta no va a ser una paz total ni plena, mientras continúen las Bacrim o el ELN, o el hambre y las necesidad, pero de cuatro o cinco leones que nos están atacando se está terminando la pelea con el más fuerte, con el más grande. Eso nos va a alivianar", afirma.
Destino: Planadas
Los planadunos ya están pensando en apostarle al turismo y a la producción de café en un posible escenario de post-negociaciones. Por eso, Miguel es consciente del enorme potencial que tiene Planadas y de las grandes oportunidades que se abrirían para el Municipio si se acaba la guerra.
Planadas puede ser un municipio tan atractivo para los turistas como cualquier otro lugar del país. Su ubicación geográfica, y la posibilidad de cultivar el mejor café del mundo, podrían convertirse en productos turísticos que generan prosperidad y desarrollo.
Por ejemplo, una de las posibilidades es posicionar a Planadas como un lugar donde se pueden realizar deportes extremos como parapentismo, kayak, rapel o senderismo. También puede ser el sitio indicado para tomar el mejor café del mundo.
"Aquí tenemos muchas cosas por hacer, solo necesitamos inversión y capacitar a los campesinos en sus fincas en el tema del turismo, que ellos sepan cómo atender a la gente que venga de afuera", concluye Miguel.